Acerca de Praga
Qué ver:
Es imposible no enamorarse de Praga. Con su arquitectura de cuento de hadas y sus calles adoquinadas, esta ciudad checa posee lugares de interés impresionantes. Empieza cruzando el Puente de Carlos, donde puedes recorrer los puestos de diferentes artesanos y artistas mientras cruzas el Vltava. En el Callejón de oro, la supuesta callejuela de los alquimistas, hallarás unas coloridas casas, entre ellas la que fue residencia de Franz Kafka. Desde ahí puedes ir a visitar el Castillo medieval de Praga y la Catedral gótica de San Vito, lo que te mantendrá ocupado durante gran parte del día. Una vez hayas contemplado la panorámica desde la colina donde se encuentra el castillo, dirígete a la plaza de la Ciudad Vieja y maravíllate ante el famoso Reloj Astronómico de Praga y sus estrellas doradas y descubre el arte checo en el fantástica Galería Nacional del Praga. Un paseo en barco por el Vltava será el broche perfecto para cerrar la noche antes de ir a descansar a unos de nuestros hoteles en Praga.
Comer y beber:
El goulash, y su mezcla de aromas, es la comida casera checa por excelencia. Este rico estofado se elabora con carne de ternera y verduras y se acompaña de dumplings de pan típicos de Praga. Marídalo con una Pilsner (la cerveza local) y tendrá el mejor de los ágapes. No te pierdas la sabrosa comida de los puestos callejeros en los que podrás comer salchichas con chucrut. Si te gustan los dulces prueba el trdelnik, un pasta hojaldrada espolvoreada con azúcar.
Salte de las rutas más turísticas:
El arte callejero de David Černý se puede encontrar en todo Praga. Una de sus esculturas más conocidas es la del bebé extraterrestre escalador que puede verse en la torre de televisión de Žižkov. Las obras de Černý llaman mucho la atención en una ciudad tan clásica Praga, no te pierdas ninguna de estas peculiares creaciones.
Esta ciudad de cuento debería estar en la lista de cualquier viajero que se precie, así que echa un vistazo a nuestros hoteles en Praga y empieza a planear tu escapada.